El estilo minimalista está de moda pero, ¿puede ser el minimalismo acogedor? Te damos las claves para conseguirlo en 7 sencillos pasos:
Generalmente el minimalismo se asocia a los espacios blancos, muy ordenados visualmente, de líneas rectas, plantas abiertas, sin estridencias y en ocasiones un tanto fríos. Sus ventajas son muy alabadas por los interioristas/arquitectos nórdicos y japoneses (entre otros) y sus principios están muy presentes siempre en sus obras.
A nuestro parecer, el minimalismo más clásico suele necesitar un poco de ayuda para alejarse de esa sensación de frialdad. Hoy os contamos cuales son nuestros trucos para conseguir un ambiente minimalista, pero a la vez acogedor.
1. Utilización de materiales naturales: La madera va a ser uno de nuestros grandes aliados. Si hay un material que aporte calidez a los espacios es la madera. Ya sea en suelos, muebles, accesorios de decoración o revestimientos de pared.
No hay que perder de vista la simplicidad del minimalismo a la hora de aplicar este tipo de materiales. No nos vale cualquier tipo de madera, lo ideal es un tono natural, que tire más a beige que a gris y que nos siga aportando luz y calidez.
Las piedras naturales o el mármol tienen también su lugar dentro del minimalismo. Dependiendo del acabado que escojamos la sensación que nos transmita va a ser muy diferente. Los tipo carrara, travertino o los que presentan tonos más uniformes y neutros se llevan genial con esta tendencia que aboga por el menos es más.
Podemos utilizar este tipo de materiales en cocinas, baños, suelos, mesas y todo tipo de mobiliario.


2. Potenciar al máximo la luz natural: La luz natural siempre va a ser nuestro gran aliado. Nos va a ayudar a tener un espacio más acogedor y amplio.
Tanto si hablamos del estilo minimalista como si no, tener espacios abiertos va a favorecer a que la luz llegue a cada rincón de nuestra casa.
Si no es posible tirar tabiques, sustituir paredes de obra por cerramientos de cristal o elementos con cierta transparencia va hacer que la luz entre con más fuerza e invada cada rincón de la casa.
Por último, debemos prestar atención a los muebles y procurar que no invadan el recorrido de la luz. Por ejemplo, no debemos poner un sofá delante de un gran ventanal ya que nos va a tapar parte de su entrada.


3. Prestar mucha atención a la luz artificial: Cuando no tenemos mucha luz natural, la artificial bien elegida va a ser nuestra salvación.
Es muy importante elegir bien la temperatura de la luz. Nosotros recomendamos utilizar siempre luces con una temperatura de º kelvin para evitar que la zona se vea fría y dar ese aire más acogedor. Menos de 2800k va a ser muy fría y más se va a ver un tanto amarillenta.
Las lámparas van a ser nuestras grandes aliadas a la hora de crear ese ambiente más “hygge” que estamos buscando. Poner un rincón de lectura con una buena lámpara de pie, una luz auxiliar cerca del mueble de la tv o una lámpara con textura natural encima de la mesa del comedor, nos van a transmitir una calidez y una paz que es muy difícil conseguir con ningún otro elemento.
La Cesta de Miquel Milà editada por Santa y Cole o la lámpara Moragas de Moragas Gallissà editada por la misma firma, son dos de nuestras piezas favoritas para conseguir estos rincones más íntimos que tanto nos gustan.


4. Elementos curvos y formas orgánicas: Las formas orgánicas transmiten una sensación más amable y confortable que las líneas rectas. Las aristas de las paredes se van suavizadas por curvas que crean ambientes más “soft”.
Podemos usar las formas orgánicas de manera sencilla en muebles y elementos decorativos, pero también podemos ser más atrevidos curvando paredes, suelos, dando forma a las ventanas o a los marcos de las puertas. ¡Seguro que os encantará el resultado!


5. Huir de los tonos grises: A pesar de lo que se piensa muchas veces, el color gris puede llegar a ser nuestro enemigo si lo que queremos es tener un espacio acogedor. Siempre es mejor elegir colores tierra que tiren más a beige que a grises.
En las zonas de estar se recomienda utilizar colores más cálidos, mientras que en los dormitorios nos funcionan muy bien los colores fríos. Aun así, los tonos más fríos de gris casi nunca son una buena idea.

6. Los tejidos juegan un papel importante: Pero no cualquier tejido. Los naturales van a volver a ser los que nos funcionen mejor.
Linos lavados, algodón orgánico, lana, o yute en cortinas, cojines, alfombras, elementos decorativos, ropa de cama… mezcla tejidos y texturas, pero respetando un orden. El objetivo es enriquecer y dar sensación de confort, no generar desorden.
Los muebles tapizados como por ejemplo el sofá, las sillas, las butacas o los cabeceros de las camas también nos van a ayudar a relajar y hacer más acogedor cualquier ambiente. Es esencial elegir bien las tapicerías de todos estos elementos y elegir acabados, texturas y colores lo más naturales posible.


7. Usar gamas de colores continuos: Si algo representa el minimalismo es el afán por huir de las estridencias. Por tanto, tener una gama de colores continua y serena va a jugar siempre a nuestro favor.
Aunque el blanco va a ser siempre uno de los colores minimalistas por excelencia, no hablamos solo de este color. Los colores más naturales, como hemos dicho antes, van a hacer que el ambiente sea menos frío y más acogedor.
Podemos unificar también las gamas de color utilizando el mismo tipo de materiales en paredes, suelos y techos. Ya sea con microcemento u otro tipo de revestimiento continuo, nos va a dar la sensación de que las paredes y el suelo desaparecen para dar total protagonismo a la distribución, los textiles y los muebles con los que hayamos decorado nuestro espacio.
Evidentemente también debemos tener especial cuidado al elegir el acabado del mobiliario y los textiles que vamos a utilizar. Intentar que esté todo engamado y sin cambios bruscos de tonos o estridencias nos va a dar ese “look” minimalista, pero a la vez acogedor que estamos buscando.


Como decía el arquitecto Mies Van Der Rohe “Menos es más” y el estilo minimalista lo sabe bien, pero no hay que perder de vista estos pequeños detalles que sin duda van a marcar la diferencia.